miércoles, 6 de octubre de 2010

Republik


El arte de comer:
Estaba emocionado porque conocería un restaurante del que hace algunos años  había oído hablar maravillas. El mismo restaurante se enorgullece en decir que lleva 10 años sirviendo comida oriental. No en vano fueron de los primeros, o así lo tengo entendido, en haberse arriesgado a servir sushi, cuando de ello solo se sabía en Bogotá gracias al tradicional Hatsuhana.

Llegué al local del centro internacional en combo. Un grupo grande y habiendo hecho reserva el día anterior. Al reservar nos solicitaron una dirección de correo electrónico para enviarnos el menú. Curioso detalle.

La carta algo monótona, pues al hablar de comida asiática la oferta es amplísima y Republik se limitó a reproducir o colombianizar (sin caer en la cocina fusión) unos platos ya conocidos por quienes hemos frecuentado Osaki, Treiyaki o Wok.

A primera vista la carta ofrece variedades de sushi bastante tradicionales, entradas como rollitos primavera, platos fuertes divididos entre aves, peces, res y cerdo y arroces al wok.
Me llamó gratamente la atención el uso de marañones y cilantro en más de un plato, ingredientes que son de todo mi gusto.
Detalle negativo: el uso de jamón en una preparación de arroz oriental. De inmediato me imaginé el arroz chino que sirven por arrobas en platos de icopor por las alturas de la calle 10 con 14.

Opte por compartir unos rollitos “ebi tempura” (langostino tempura), pedir el cerdo agridulce (crunchy sweet and sour pork), fácilmente comparable con otros restaurantes y con lo que en casa puede prepararse y beber una digestiva soda con limón.

Llegada la entrada, el sushi no estaba recién preparado, lo cual es fácilmente detectable en la cantidad de humedad que ha absorbido el alga y la falta del “crunch” del tempura. De sabor algo soso. Definitivamente no es el sushi de primera categoría que esperaba.

Detalle que no se puede dejar de contar: el limón para la soda no llegaba después de haberlo pedido en tres oportunidades.

Tras una hora de haber hecho el pedido y cuarenta minutos de haberse servido las entradas, preguntamos a la administradora por la razón de la demora. Las justificaciones no dieron espera y fueron las siguientes: - “Las mesas pequeñas tienen prelación”. – “A los grupos grandes se les envía el menú para que hagan el pedido con la reserva.”
Me pregunto: ¿Quién sabe desde el día anterior de que se va a antojar a la hora del almuerzo?

Después de que el hambre y el mal genio de las estúpidas justificaciones hicieran mella en la barriga, llegaron los platos que sirvieron de cualquier manera, teniendo que distribuirlos nuevamente entre 12 comensales.

El cerdo agridulce estaba apenas tibio, una porción pequeña de buena presentación. El sabor nuevamente soso. Se presentaba como crujiente y nuevamente la textura se perdió al haberlo servido en el plato con demasiada anterioridad.
Definitivamente si se sabe preparar cerdo agridulce en casa, es mejor hacerlo,  evitarse los contratiempos y pagar $26.000 por el.

Otro detalle del servicio: al llegar mi plato pedí inmediatamente picante y éste solo llegó cuando ya hubiera podido utilizarlo para picar el café o sazonar un postre.

Al solicitar la cuenta ésta demoró otro tiempo largo y llegó con ítems de más. Obviamente, después de la corrección no hubo propina. Mal servicio, regular comida.


Estado del arte
En términos generales Republik pasa como un sitio para almorzar con tiempo, sin esperar mucho de la comida ni del servicio y sabiendo que se pagará más por un plato que en otro lugar sabe mejor. Será para cuando lo coja un aguacero a medio día frente al restaurante y quiera pagar mucho por poco, supongo yo.


La experiencia
Mi calificación subjetiva de 1-5 sería así:

Sabor de la Comida: 3
Servicio:                      1
Ambientación:             3
Comida vs. Precio:     2

2 comentarios:

  1. Parece que la hora de almuezo, donde claramente sabemos que es mas dificil encontrar un sitio con mas disponibilidad no fue excusa de una mala experiencia. Parece mucho mas facil y comodo, ademas de bueno al paladar, conseguir opciones de comida oriental en centros comerciales. Igual habria que pensar en ir en otro momento, menos concurrido

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  2. En realidad Andres creo que asistimos al decaimiento de el que inició como un buen restaurante. El oriental del centro comercial, exceptuando el confiable Wok, no daba la talla de la circunstancia. Era una celebración con compañeros de oficina, así que Republik fue la opción.

    Si va en un día u hora menos concurrido y le va bien, por favor compártalo con nosotros comentando aquí mismo.

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